Normalmente tendemos a pensar sobre el pasado y sentir curiosidad sobre cómo eran las personas que vivían en otras épocas. Gracias la fotografía tenemos una fiel representación tanto del pasado como del presente.
A todos nos gusta que permanezcan en el tiempo nuestros mejores momentos a través de las fotografías. Puede que conozcamos una gran parte de nuestro pasado familiar gracias a unas fotos que nuestros padres se han esmerado en conservar. Yo personalmente, he pasado agradables momentos de mi infancia, viendo una y otra vez el álbum familiar que había en casa y que estaba lleno de fotografías de cuando era pequeña o de cuando mis padres o abuelos eran más jóvenes.
Conozco bien la energía que se desprende cuando trabajo con familias en una sesión de fotografía. Las emociones que surgen al retratar la unión y el amor, así como la grata sensación al pensar que esos momentos van permanecer por mucho tiempo en la memoria de las personas que confían en mí para algo tan especial.
Me satisface ver cómo mis fotografías van a ser algo más que unas imágenes, convirtiéndose en testimonio de un momento vital que permanecerá a pesar del tiempo.
El porqué de la sesión de fotografía familiar
No todos tenemos en casa el equipo necesario para realizar las mejores fotografías o para crear los ambientes más adecuados. Así mismo pueden faltar los conocimientos necesarios de fotografía y edición para lograr las imágenes perfectas, que emocionan y transmiten.
Por lo que muchas son las familias que reconocen sus limitaciones y acuden a un profesional para que realice un trabajo tan delicado y técnico como el de la fotografía familiar.
Los fotógrafos procuramos que todas las personas que participan en la sesión se muestren naturales y relajadas, logrando un ambiente distendido que puede parecer improvisado pero que está cuidadosamente trabajado para lograr las mejores tomas.
Como profesional, sé muy bien lo que pueda llegar a significar el que una familia solicite una sesión. Por ese motivo, siempre busco la manera de personalizar el trabajo y conocer bien con qué se van a sentir a gusto las personas que participan, ya sea en el estudio o en exteriores.
Mi objetivo como fotógrafa es que las fotos familiares, durante la sesión y a partir de la entrega, brinden la experiencia de rememorar los momentos felices y, a su vez, permitan conservarlos como si fueran el mayor tesoro.
La fotografía familiar como decoración
Existen miles de estilos de decoración para todo tipo de lugares y estancias, pero sin duda, el uso de los retratos familiares en la decoración del hogar, son atemporales y gustan a muchas personas a pesar de sus distintas preferencias.
Cuando colocamos a la vista una fotografía familiar logramos crear una calidez especial, es cuando pasamos de estar en una vivienda a sentirnos en el hogar. A través de las imágenes podemos evocar los momentos vividos y recordar las sensaciones que experimentamos, así como hacer presentes en nuestros pensamientos a personas que quizá no nos acompañen en nuestro día a día.
Desde pequeños hemos visto en casa diferentes tipos de retratos y fotografías, que van desde el día en que nuestros los padres se unieron en matrimonio, imágenes de cuándo éramos unos bebés, hasta algún marco donde aparece la familia al completo.
Hoy en día con el trabajo de un fotógrafo profesional, a diferencia de hace unos años, nos gusta dejar constancia de momentos tan únicos como los embarazos, los primeros días junto a nuestro bebé, captar las sonrisas y miradas de la inocencia de nuestros hijos, felicitar las navidades con una foto familiar divertida…Sin duda, hoy más que nunca, la imagen y la fotografía forma parte de nuestras vidas. Y nos gusta relacionarnos y compartir a través de ellas.
Por eso no es de extrañar que mucha gente, incluso en su oficina o lugar de trabajo, tenga fotografías familiares que le motivan y alegran en su jornada laboral.
Propuestas para incorporar fotos familiares a la decoración
Una vez que se ha decidido comenzar a disfrutar de las imágenes familiares y que pasen a formar parte de la decoración de nuestra casa, es momento de conocer las diferentes maneras en que podemos incorporarlas en nuestro hogar conservando la armonía estética.
A continuación, basándome en mi experiencia, te hago algunas propuestas:
1) Usa las zonas comunes o de paso como pasillos y escaleras para realizar una composición de fotos. Prueba con el blanco y negro y juega con distintos tamaños de marcos en un solo color.
2) Descubre que un pequeño rincón puede ser ideal para crear un álbum familiar informal.
3) El gran formato es ideal para las fotos de mucho color y vida. Haz protagonista de una estancia a aquella, o aquellas fotos, que te hacen sonreír.
4) Simula una galería de arte dando un toque elegante a tus fotografías, usando simetrías o barras que sujetan los marcos.
5) Crea un mural que cubra toda una pared con un mosaico de fotografías o con aquella que te cargará de energía positiva cuando llegues a casa.
* Las imágenes utilizadas para ilustrar los consejos están extraídas de pinterest.es
Finalmente te quiero recomendar también que cuando te decidas por una o varias fotografías, todos los miembros de la familia que aparezcan en la imagen estén de acuerdo en que les gusta cómo aparecen. De está manera, no se generará incomodidad si alguien llega a sentir que no se ve en su mejor versión.
Hasta aquí, te he explicado la importancia de contar con los recuerdos de familia transmitidos a través de la fotografía y el cómo estos pueden salir de los álbumes para aportar mucho más a nuestro hogar.
Te animo a considerar la opción de realizar una sesión de fotografía familiar, sin duda una decisión que siempre tiene un magnífico resultado.
Personalmente me gusta captar vuestra esencia y cuidar todos los detalles, por lo que cada sesión es diferente y personalizada.
Te ofrezco un pdf informativo que puedes descargar aquí.
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